Bitacorismo

Aquí estoy, en casa en medio de una tormenta bestial a la que han bautizado como Kyrill. Agua y viento sin cesar.

Y menos mal que no estamos bajo cero, porque sino mañana el panorama al despertar iba a ser increíble. El agua cae y se va, pero la nieve ahí queda. Y con la cantidad de agua que está cayendo no quiero ni imaginar.

Está toda Alemania en alerta, algunas zonas en alerta roja y otras en naranja. Donde yo vivo, Lippstadt, estamos en alerta naranja (el punto negro en los mapas a continuación), aunque en el límite con la alerta roja.

Las zonas naranjas tienen previsiones de vientos muy fuertes con rachas de hasta 100-120 km./h. Para las zonas rojas la cosa está un poco peor: las rachas pueden llegar a 110-130 km./h. y puntualmente hasta 150 km./h. En Lippstadt ya se han registrado rachas de viento de hasta 120 km./h.

Dicen que lo peor en esta zona va a ser durante la primera mitad de esta noche. Es decir, que ahora está empezando lo fuerte.

Espero que sólo empeore ligeramente porque la cosa ya está bastante complicada. Cada dos minutos pasa por la calle una ambulancia, la policía o los bomberos.

Hace un rato los bomberos estaban mirando una casa en el otro lado de la calle. Y mientras lo veía por la ventana estaba intentando apuntalarla de alguna manera.

Es un ventanal de casi 3 metros y con el viento parecía que iba a entrar volando en casa. Ahora con mi invento «sofá + palo de la escoba + 100 kilos de libros de contrapeso» ha dejado de moverse y creo que se quedará en el sitio toda la noche.

Actualización: 18 de enero, 21:11 h.. Acaba de venir el casero, que es el dueño de todo el edificio, a ver cómo estaba el piso.

Vivimos en la buhardilla y venía a comprobar si había alguna grieta en la parte del techo que es visible desde la ventana apuntalada. Resulta que a los del piso de abajo les está entrando agua y supone que o bien hay una grieta o bien ha saltado alguna teja del tejado.

Para tranquilizarnos, jeje, nos ha dicho que estamos teniendo suerte. En otras casas que tiene alquiladas lleva ya unos 3000 euros en daños: un muro tumbado, dos techos jodidos, etc. La noche promete.

Actualización: 18 de enero, 21:45 h.. Acabo de leer en la versión online del periódico de Lippstadt, Der Patriot, que el viento ha matado a una chica de 23 años en Lippstadt. Un árbol de 15 metros ha caído sobre su coche aplastándolo.

Mientras tanto la casa sigue cruje que te cruje. Ni un alma ni un coche por la calle.

Actualización: 19 de enero, 02:00 h.. De repente ha parado el viento y la lluvia, justo después de la peor hora de todas.

¿Es el final de la tormenta o será el ojo del torbellino donde reina la calma? ¿He visto demasiadas películas?

Actualización: 19 de enero, 05:30 h.. Pues parece que la respuesta es que ya ha pasado la tormenta, al menos lo peor.

Increíble como en 10 minutos ha pasado de parecer que el viento iba a arrancar todos los árboles a ambos lados del río que discurre por nuestra calle a una calma donde sólo sopla un viento flojo y de vez en cuando chispea un poco.

Me voy a dormir que mañana entre las 10 y las 11 viene el casero a evaluar los daños en el tejado con ayuda de la luz del día.

Actualización: 19 de enero, 14:10 h.. Al final la cosa no ha sido muy grave: el cristal de la puerta de la calle reventado, un par de tejas partidas, un par de tejas que nadie sabe dónde fueron y los remaches metálicos que sellan el borde del tejado parcialmente colgando, parcialmente desaparecidos. En mitad del río un árbol que ha arrancado el viento.

Las cosas han ido peor para bastante gente. De momento, en Alemania hay contabilizados 10 muertos. Además miles de casas se han quedado sin luz eléctrica y los daños en casas y vehículos han sido cuantiosos.

Ahora mismo en Lippstadt luce el sol.